Un seguro es un producto financiero que tiene como propósito proteger tu patrimonio en caso de un percance o siniestro. Esto ocurre mediante un contrato o póliza en la que la institución aseguradora se compromete a indemnizar total o parcialmente a cambio del pago de una prima.
Debido a que los créditos hipotecarios son compromisos a largo plazo —en el que se está expuesto a sufrir algún daño moral o material—, las instituciones financieras incluyen como requisito la contratación de un seguro de vida y otro de daños para otorgar el financiamiento.
¿Qué cubre cada seguro?
Al seguro de daños le corresponde proteger el valor destructible del inmueble —es decir, el valor de la construcción, sin considerar el terreno y los cimientos—, pagando la suma asegurada conforme a los términos de las coberturas contratadas, siendo la institución de crédito la primera beneficiaria.
Dentro de los siniestros que cubre un seguro de daños se encuentran: los terremotos, los incendios y los fenómenos hidrometeorológicos, como lluvias, inundaciones, huracanes, tornados, etcétera.
Por su parte, el seguro de vida garantiza el pago del saldo insoluto del crédito hipotecario al beneficiario preferente —es decir, a la institución que otorgó el préstamo— a la muerte o invalidez permanente o parcial del acreditado. En algunos casos, se incluye también la cobertura de responsabilidad civil familiar.
Responsabilidad civil familiar (descendiente). Este seguro ampara al propietario y a su familia de la responsabilidad en la que pudieran incurrir por daños materiales causados a terceros, ya sea en sus bienes o por lesiones corporales, así como la indemnización por daño moral que legalmente se determine. También quedan cubiertos los gastos que tuviera que pagar el asegurado en caso de que se siguiera un juicio en su contra por responsabilidad civil.
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Para comprender cómo funcionará tu seguro y lo que incluye, te recomendamos conocer los siguientes conceptos:
- Prima. Se refiere al pago periódico que realizarás a la aseguradora, ya sea mensual, trimestral, semestral o anualmente. En el caso de los créditos hipotecarios, el pago del seguro de vida y el seguro de daños se amortizará dentro de la mensualidad.
- Póliza. Es el contrato donde se detallan todas las coberturas, los derechos y obligaciones del asegurado y la aseguradora. También encontrarás la cantidad de la prima y su periodicidad de pago, la vigencia del seguro, la suma asegurada, entre otros.
- Suma asegurada. Es el límite de responsabilidad que la aseguradora tiene por cada evento cubierto, de acuerdo a lo estipulado en la póliza y mientras ésta se mantenga vigente.
- Deducible. Es el monto que la persona asegurada deberá pagar en caso de algún imprevisto, antes de que la aseguradora pague el resto del importe. Debes tener en cuenta que, si el costo del siniestro no supera el monto del deducible, entonces tendrás que hacerte cargo de todos los gastos.
- Coaseguro. Al igual que el concepto anterior, el coaseguro es un monto que la persona asegurada deberá pagar en caso de un siniestro. La diferencia radica en que este es un porcentaje que se aplica al monto total de los gastos.
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Nota: En Yave, el monto máximo a cobrar en deducibles es del 5%, mientras que en coaseguros es del 30%. Considera que este pago se estipula en función de la ubicación del inmueble.
¡No lo olvides! Un seguro es una inversión que te permite contar con un respaldo frente a situaciones inesperadas. Además protege tu patrimonio y el de tu familia.
Si tienes dudas sobre los seguros que ofrece Yave dentro de tu crédito, comunícate al 55 1204 1254. Recuerda que nuestro seguro de vida incluye también la cobertura de responsabilidad civil familiar.
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