Si eres de las personas que se preguntan sobre la importancia del avalúo, llegaste al lugar correcto. El avalúo forma parte de los gastos iniciales que debes contemplar antes de comprar un inmueble, además del enganche, los gastos notariales, la comisión por apertura, entre otros.
Si bien suele ser utilizado con diversos fines, el avalúo tiene un uso clave: dar claridad sobre el valor real de un inmueble. Éste es indispensable tanto para tramitar un crédito hipotecario, como para hipotecar un inmueble.
Entre los tipos de avalúos más comunes destacan los siguientes.
1. Avalúo comercial. Indica el valor de un inmueble dentro del mercado inmobiliario. Una valuación por debajo del valor real puede representar una pérdida de inversión; de igual manera, un sobreprecio puede complicar la venta del inmueble.
2. Avalúo fiscal. Establece el monto de un impuesto que debe pagarse por el inmueble. Los hay de dos clases:
3. Avalúo por estimaciones de valor. Ayuda, principalmente, a fijar el precio de un inmueble que sigue en construcción, es decir, que continúa en obra gris o está en preventa.
Los avalúos comerciales suelen ser utilizados por los vendedores para determinar el precio de su inmueble en venta. Sin embargo, también son solicitados por compradores interesados en adquirir una propiedad por medio de un crédito hipotecario.
Esto se debe a que las instituciones financieras y gubernamentales —como el Infonavit y Fovissste— requieren seguridad de que el préstamo que se otorgará será aprovechado a su máximo y que no es menor o mayor al valor real de la casa o departamento.
Por esta razón, podríamos decir que el avalúo lo paga quien lo solicita. Es decir, si quieres vender y te interesa saber cuánto cuesta tu inmueble, debes cubrir el avalúo como vendedor. En cambio, si lo necesitas para comprar una propiedad a través de un financiamiento, será tu obligación pagarlo.
Sí, siempre y cuando la institución financiera que te esté otorgando el préstamo hipotecario lo señale. En este tipo de casos, existen reembolsos de avalúo o promociones sobre éste establecidos por ciertas entidades.
Para determinar si puedes acceder a este beneficio, debes preguntar directamente a la institución que otorgue el préstamo que te interesa.
Una vez que se tiene el avalúo, es necesario confirmar con la Unidad de Valuación si la casa está físicamente en regla y si sus características coinciden con lo que dice la escritura. Posteriormente, la notaria solicita los documentos necesarios para hacer la escritura.
Después, ocurre el cierre de avalúo y se dan las cifras al acreditado. Así, se obtienen dos cosas:
Tras estos pasos, la notaría inicia el visto bueno del proyecto de escritura, con el fin de confirmar que el proyecto y los papeles del inmueble están correctos para programar la firma. Aquí se obtiene el proyecto de escritura con Certificado de Libertad de Gravamen, constancias de no adeudo y zonificación.
Finalmente se programa la firma. Una vez firmada la escritura, la institución financiera que otorga el crédito transfiere los recursos.
* Nota: Este proceso varía en cada institución financiera o gubernamental. Toma en cuenta que pueden existir otros pasos o mesas de control para validar los ingresos u otros datos del cliente.
Ahora que ya conoces la importancia del avalúo, obtén un crédito hipotecario a tu medida con Yave, la primera hipoteca 100% digital en México.
¡No lo pienses más! Preaprueba tu crédito hipotecario y pregunta si tenemos reembolso o descuento en el avalúo.
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