Todo negocio, especialmente las pymes, necesitan tener liquidez para funcionar. Desafortunadamente, los bancos se aprovechan de ello para ofrecer préstamos con intereses muy elevados o con condiciones crediticias que podrían perjudicar a cualquier empresa, ya sea grande o pequeña.
Te invitamos a seguir algunas estrategias para conseguir liquidez sin poner en riesgo a tu empresa. ¡Toma nota!
1. Evita perder el control financiero. Llevar el control sobre las finanzas de tu empresa te ayudará a no perder liquidez, así como a evitar problemas de endeudamiento. Puedes asesorarte con un experto para que te ayude a crear un plan financiero que se apegue a un presupuesto concreto.
2. Piensa en la negociación de los términos de pago y cobro. Además de enfocarte en los pagos a proveedores, también debes visualizar el cobro a los clientes. Te recomendamos negociar los períodos de pago, de modo que estos obtengan descuentos por pagar al contado —o a corto plazo—, ofreciendo el pago a crédito únicamente a aquellos que sean de confianza. Con los proveedores o acreedores, puedes alargar los plazos de pago, cumpliendo siempre con los tiempos establecidos.
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3. Aprende a gestionar el stock. Es común quedarse sin liquidez ante la incapacidad de sacar adelante el stock. Si tienes una gran dependencia de la mercancía, es importante que aprendas a gestionarla. No olvides que la acumulación —al no vender—, también representa una pérdida de liquidez. Los stocks en depósito o el trabajo con pedidos bajo demanda te permitirán rotar rápidamente la mercancía.
4. Mantén una buena gestión de los préstamos. Si bien puedes solicitar un préstamo para obtener liquidez, es sumamente importante que elijas el préstamo correcto. Busca el crédito más favorable para tus necesidades, especialmente en lo relacionado con las mensualidades y las tasas de interés. Si es posible, unifica tus préstamos para tratar de pagar menos.
5. Controla tus gastos. La mejor forma de obtener liquidez es evitar los gastos innecesarios. Sabemos que una empresa tiene gastos regulares, por lo que te recomendamos controlar los gastos fijos e, incluso, analizar si se pueden reducir. También deberás suprimir los gastos superfluos, que no aportan nada a la empresa y pueden derivar en problemas de liquidez a futuro.
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