La llegada del aguinaldo es un momento muy emocionante para todos. Incluso, algunas personas ya tienen planeado el destino de ese dinero mucho antes de recibirlo. Aunque esta prestación puede sacarnos de apuros, es importante recordar que es resultado del esfuerzo de todo un año y es esencial cuidarlo e invertirlo con inteligencia.
Si aún no tienes pensado en qué vas a gastar ese dinero, toma una pausa y considera las siguientes recomendaciones.
1. Evita usarlo en compras decembrinas
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), más del 80% de los mexicanos gasta su aguinaldo en festejos, comidas, adornos y fiestas de fin de año. Sabemos que la temporada decembrina aumenta las ganas de comprar y regalar, pero ¿realmente quieres gastar todo tu dinero en un par de días?
Encuentra la manera de dar regalos que no impliquen un gran gasto. Considera que este tipo de compras pueden poner en peligro tu estabilidad financiera, aún si las llevas a cabo con tarjetas de crédito, otro grave error que puede endeudarte por muchos meses, incluso años.
Si es necesario realizar compras navideñas, hazlo bajo un presupuesto y destina sólo un porcentaje de tu aguinaldo. No olvides planear tus compras con anticipación, te sorprenderá el ahorro que puedes lograr con esta sencilla acción.
2. Ponte al día con tus deudas
Aunque parece que es la manera más aburrida de usar el aguinaldo, en realidad es una gran opción para mejorar tu perfil crediticio y obtener, a corto o mediano plazo, mayores oportunidades para ampliar tu patrimonio. ¡No te desanimes! La mayoría de los expertos en finanzas personales recomiendan utilizar un porcentaje del aguinaldo para sanar las deudas.
¡Ojo! Si tienes muchas deudas, lo mejor será pagar la que te cobra mayores intereses. De esta manera, evitarás que el monto de tu adeudo siga creciendo y que esto afecte tu perfil en Buró de Crédito.
3. Empieza a ahorrar
El aguinaldo puede servir como impulso para empezar un plan de ahorro. Así, además de tener un colchón para evitar la temida cuesta de enero, podrás contar con un guardadito para cualquier emergencia o eventualidad que surja en el año. Si no puedes destinar todo tu aguinaldo al ahorro, guarda el 30% de este ingreso y comienza un presupuesto para cubrir otras metas.
Una buena idea para ahorrar a largo plazo es hacer aportaciones a tu cuenta de retiro. Este tipo de aportaciones son deducibles de impuestos y puedes retirarlas en el momento que lo desees, aunque lo ideal es que lo utilices para hacer crecer tu dinero.
4. Aprende a diferenciar entre necesidades y deseos
Cuando tenemos dinero, todo parece ser necesario y urgente. Esta inclinación por gastar puede empeorar con las “ofertas” y compras navideñas.
Aunque no es malo comprar y darte un regalo de fin de año, es importante diferenciar si lo estás haciendo por necesidad o por impulso. Expertos de la Condusef dan un consejo claro al respecto: sé sincero contigo mismo y pregúntate si lo que vas a adquirir es realmente necesario o si lo adquieres sólo por aprovechar una promoción.
Aunque el aguinaldo no hará posible este sueño por sí solo, sí puede marcar una gran diferencia. Recuerda que es necesario contar con un ahorro para cubrir los gastos iniciales, como el pago del enganche —que debe ser del 20% del precio de la casa o departamento, como mínimo—; más los gastos notariales, que equivalen al 7% del precio del inmueble —lo cual puede variar según el estado donde quieras comprar—.
Si ya cuentas con un crédito hipotecario, puedes invertir tu aguinaldo en pagos anticipados. Cabe destacar que adelantar pagos en los primeros años del crédito es lo mejor, debido a que es el período en el que la deuda es mayor y, por tanto, los intereses son más altos.
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