Mantener a flote los gastos de un hogar no es nada fácil. La renta, los servicios, las colegiaturas, incluso las comidas fuera de casa, dificultan la posibilidad de generar un ahorro, especialmente cuando no hay una planificación de por medio.
De acuerdo con una investigación realizada por Piggo, aplicación enfocada al ahorro personal, el 99% de los mexicanos considera que es muy difícil ahorrar, situación que conduce a deudas u otros problemas ligados a las malas prácticas financieras.
Si tu casa no cuenta con ventanas grandes, pinta las paredes con colores claros; estos aumentan la cantidad de luz y disminuyen la necesidad de tener las luces encendidas. De igual forma, usa electrodomésticos eficientes; si es posible, elige aquellos con etiqueta energética Clase A.
Tip: Si no puedes cambiar tus aparatos, utiliza los que tienes de manera responsable. No olvides reemplazar tus focos incandescentes por luces LED.
Los famosos gastos hormiga son el peor enemigo de tu cartera. Antes de comprar algo, piensa si realmente lo necesitas. Si es así, elige la opción más viable o económica.
Tip: Si quieres remodelar o cambiar un mueble, visita una tienda de segunda mano o aprovecha las ofertas. También puedes hacer un plan mensual de gastos y apegarte a él lo más posible. Así sabrás lo que gastas y en qué lo gastas.
Además de ayudar a cuidar el planeta, ahorrarás más de lo que imaginas. Puedes utilizar economizadores en tus llaves o gastar menos agua durante tus actividades.
Tip: Considera que el agua caliente supone un cuarto del consumo energético de una vivienda normal. Utiliza grifos monomando que permitan mezclar agua fría y caliente.
Si necesitas gastar en una reparación o en la compra de un electrodoméstico —por poner un ejemplo—, obtén el dinero vendiendo todo aquello que ya no usas. Verás que podrás recuperar un poco de tu primera inversión.
Tip: Si no tienes tiempo para una venta de este tipo, puedes hacerlo vía online. Este medio facilita cualquier proceso de compra-venta.
La renta representa uno de los gastos más fuertes e importantes dentro del hogar. Si bien resulta necesario, abarca gran parte del salario mensual y no representa ningún tipo de inversión.
En ocasiones, la cantidad que pagas como renta podría cubrir la mensualidad de una hipoteca. En este caso, seguirías pagando de acuerdo a tus ingresos sin tirar el dinero a la basura.
Tip 1: Para tomar una decisión real e informada, es importante calcular cuánto podrías pagar según tu sueldo y gastos mensuales. A partir de ello, podrás decidir si estás listo o no para dar ese gran paso.
Tip 2: Un crédito hipotecario ofrece la oportunidad de comprar un inmueble y pagarlo a largo plazo. Sin embargo, debes considerar los gastos iniciales, que incluyen el enganche de la casa, el avalúo, los gastos notariales, entre otros.
Tip 3: Si estás preparado para formar tu patrimonio, te recomendamos aprovechar la jornada notarial para reducir el monto de los gastos notariales hasta un 60%.
Recuerda, el peor enemigo del ahorro es la improvisación. Procura mantener el control de tus gastos y piensa cada una de tus compras a futuro.
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