¿Alguna vez has notado que el pago total de un préstamo que solicitaste es más alto que la cantidad que la institución financiera te presto? Esto se debe a la tasa de interés.
La tasa de interés es la cantidad de dinero o porcentaje del crédito que el deudor debe pagar a quien le presta. En términos simples, es el precio por el uso del dinero y representa un balance entre el riesgo asumido y la falta de pago del préstamo.
Existen muchas dudas respecto a las tasas de interés y el porcentaje que representa de una mensualidad. Para evitar confusiones, debes analizar muy bien qué tipo de tasa te interesa y cuál puedes pagar, especialmente si vas a adquirir una deuda a largo plazo, como lo es un crédito hipotecario.
Conoce más: 5 consejos para obtener una mejor tasa de interés
Tipos de tasas de interés
Existen dos tipos de tasas de interés en los créditos hipotecarios: fijas y variables. Entender sus principales diferencias puede ayudarte a lograr una buena planeación financiera, y así, ahorrar tanto como sea posible.
- Tasas fijas. Una tasa fija se mantiene durante toda la vida del crédito, por lo que las mensualidades nunca aumentarán, ofreciendo mayor estabilidad a largo plazo. Si bien pueden ser más caras inicialmente, las tasas fijas son la mejor opción si planeamos pagar el crédito hipotecario a plazos más largos.
- Tasas variables. En la opción variable, la tasa inicial será menor que la tasa fija, pero anualmente, podría subir o bajar según los comportamientos de la tasa de referencia del Banco de México. Este tipo de tasa resulta ideal si vamos a liquidar nuestro crédito hipotecario lo antes posible, a través de pagos adelantados. De esta forma, podemos aprovechar al máximo los períodos en los que la tasa se encuentre baja y así, ganarle a los intereses.
¿Cuál es la tasa que te recomendamos? En general, es mejor elegir una tasa fija.
¿Cuáles son los factores que deciden la tasa de interés que se asigna?
1. Condiciones del mercado financiero. Los bancos y prestamistas toman en cuenta las tasas de interés de referencia establecidas periódicamente por el Banco de México. Otros indicadores, como la inflación o la política monetaria, también ayudan a determinar los rangos de tasas asignar. Un estimado de las tasas de interés hipotecarias es el Bono M10.
2. Comportamiento crediticio anterior. Según sea la calificación crediticia de cada solicitante, las instituciones financieras pueden ofrecer tasas más bajas, si se cuenta con un buen historial de crédito, o tasas más altas si el historial es irregular o malo.
3. Capacidad de pago y estabilidad de ingresos del solicitante. Durante este proceso, también se toma en cuenta el nivel de ingresos del solicitante, así como la estabilidad de los mismos. Adicionalmente, se considera el nivel de endeudamiento a contraer por el nuevo crédito y los anteriores.
4. Plazo del préstamo. Por lo general, los préstamos a largo plazo suelen tener tasas más altas que los préstamos a corto plazo, ya que representan un mayor riesgo para el prestamista.
5. Tipo de tasa de interés. En el mercado existen dos tipos de tasa de interés: fija, que se mantiene igual a lo largo de la vida del crédito, y variable, que cambiará de acuerdo con las condiciones del mercado durante la vida del crédito.
En resumen, la tasa de interés asignada considera todos los factores anteriores que, en su mayoría, son dictados por las condiciones del mercado económico. Lo que siempre estará en nuestras manos para obtener una tasa de interés menor, es manejar un buen historial crediticio en Buró de Crédito.
Ten en cuenta que los rangos de las tasas ofrecidas por las instituciones financieras suelen cambiar un par de veces al año. Éstas pueden aumentar o disminuir.
Conoce más: ¿Cómo funciona la tasa de interés en un crédito de liquidez?
¿Cuándo tengo que pagar los intereses?
Los intereses de un crédito hipotecario no son un pago extraordinario. Estos se cobran en cada mensualidad que debes liquidar. Te recomendamos:
1. Ser puntual en tus pagos. Así evitarás que te cobren intereses por pagos tardíos y que cambie el tipo de interés.
2. Pensar muy bien el plazo que te conviene. Recuerda que el plazo más largo no siempre resulta ser el más conveniente.
Ahora que conoces cómo funciona la tasa de interés en un crédito hipotecario, escoge un plazo que se ajuste a tu capacidad de pago mensual.
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