Cambiarse de casa es un paso muy importante que requiere planificación y objetividad, especialmente si nunca has pasado por una transición de este tipo. ¡Tranquilo! Aunque los nervios pueden hacerte perder la cabeza, debes mantenerte positivo y pensar que estás a punto de formar tu propio camino.
Antes de pensar en mudarte, analiza cuánto dinero tienes disponible. Recuerda que no sólo debes pagar la renta corriente, también es necesario considerar el depósito, la póliza jurídica y la mudanza.
Si tus ahorros son suficientes, elabora un presupuesto para saber cuánto puedes gastar sin descapitalizarte, así podrás elegir un lugar acorde a tus ingresos y necesidades.
Una vez que tengas muy claro con cuánto dinero cuentas para mudarte, comienza a buscar lugares. Te recomendamos elegir un inmueble que se encuentre cerca de tu escuela o trabajo para que así puedas ahorrar el dinero destinado al transporte.
Recuerda no salirte de tu presupuesto, por más que te guste una casa o departamento. Si no te alcanza para rentar un inmueble cerca de la zona que te interesa, considera tener roomies y compartir los gastos.
Si decidiste vivir con roomies, pregunta sobre las reglas del inmueble, toda vez que en algunos lugares no se permiten mascotas o están prohibidas las reuniones. Para establecer si te conviene vivir o no en un lugar, piensa cuánto tiempo vas a pasar ahí y si las normas vecinales (así como el precio) realmente te convienen.
Toma en cuenta que al vivir en un nuevo sitio tendrás ganas de decorar a tu gusto y tener tu propio espacio. En ocasiones, vivir con roomies no permite hacer ambas cosas, por lo que deberás analizar tus prioridades y negociar con tus nuevos compañeros qué tanto puedes modificar.
Antes de empacar...
Una vez que tengas en orden lo que te vas a llevar, y hayas donado o tirado lo que no necesitas, pide la ayuda de tus amigos y familiares. Toma en cuenta que, a menos que contrates el camión con personal especializado, tu mudanza requerirá muchas manos.
Sabemos que un nuevo hogar requiere nuevos muebles, pero no es recomendable gastar para amueblar un departamento rentado. La primera regla es: todo lo que pongas en la casa o departamento debe ser desmontable, es decir, debes poder llevártelo cuando llegue el momento de partir.
Si tu contrato termina, no querrás dejar tus cuadros, persianas o instalaciones. No veas esto como un límite, sino como una oportunidad para ser creativo.
Si piensas independizarte y cuentas con un ahorro, tienes dos opciones: rentar o comprar tu propio hogar. Aunque esta segunda opción puede asustarte por la inversión que representa, en realidad es más fácil de lo que crees. El portal inmobiliario TrueHome puede ayudarte a encontrar el inmueble ideal para ti, mientras que un crédito hipotecario te ayudará a lograr la meta final.
Debes considerar que necesitas tener un buen historial crediticio, contar con un ahorro para los gastos iniciales y poder comprobar ingresos. Si bien la comprobación de ingresos es algo que preocupa a muchas personas, existe una opción que permite alcanzar el mínimo requerido: la coacreditación, es decir, la unión de ingresos con otras personas.
En Yave, puedes coacreditar con quien tú quieras, ya sean familiares, pareja (del mismo o diferente sexo) o amigos. Para saber si eres candidato a un crédito bajo este esquema, te invitamos a dar clic y programar una llamada con uno de nuestros asesores.
*Consulta términos y condiciones